15 jun 2011

The Owl, una caja diferente para los amantes del HiFi


A un buen sistema de cine en casa no le pueden faltar los altavoces de sonido envolvente. Por este motivo, y para completar mi equipo, me dispuse a diseñar unas cajas que cumplieran dicho cometido, pero que fueran también válidas como altavoces frontales y  como canal central.

Esto me imponía restricciones en su forma y tamaño, ya que debía ser posible su ubicación tanto en los laterales de la sala como en la parte trasera o en la frontal, sin que se viera mermada la calidad del sonido ni la potencia máxima admisible (por lo menos de 100W RMS por unidad).


De nuevo opté  por el método de construcción basado en la superposición de costillas, que facilitan (o complican, según se mire) la tarea de elaborar recintos curvos, y por los mismos drivers y filtro de dos vías empleados en el canal central, aunque lógicamente colocados de forma diferente. La idea principal es obtener un amplio margen de difusión sonora, pero manteniendo la coherencia y la claridad.

Para empezar, una vez diseñado y calculado adecuadamente el recinto  bass-reflex y cortadas todas  las piezas que lo formarán, se procede a su ensamblaje costilla a costilla y al posterior chapado en madera de roble natural.


Arriba: Vista frontal tras ensamblar costillas y antes de chapar
Debajo: Vista trasera tras ensamblar costillas y antes de chapar
Debajo: Vista lateral-superior tras ensamblaje


Una vez chapadas y barnizadas las cajas, se montan los drivers  (dos Woofers de 6,5 pulgadas Beyma Power W6E de Kevlar de 100 W RMS  y 200 W de pico cada uno y un Tweeter Monacor DT-254), se rellena el interior de material absorbente acústico y  se construye un bastidor de tela para protegerlos del polvo y de posibles golpes o rozaduras.


Arriba: Detalle de los drivers
Debajo: Vista parte trasera 
Debajo: Vistas frontales y traseras simultáneas
Debajo: Fotos con un CD y memoria USB para apreciar el tamaño


En las siguientes imágenes podéis observar mejor la curvatura de los laterales y el puerto bass-reflex, que se ha construido completamente en madera de 2 cm de grosor (nada de PVC, o cartón como en la mayoría de los altavoces comerciales)



Debajo: Foto sin/con bastidor de tela protectora

 Arriba: Ubicación provisional sobre altavoces Sony cuyos componentes utilicé en los monitores HUM anticrisis.

El resultado final son dos cajas de unos 19 Kg cada una, con un sonido potente, claro y nítido, con muy buenos graves, bien controlados, que sirven perfectamente para llenar la sala a la que van destinadas (unos 25 m2), y que pueden actuar sin problemas como canales frontales,  centrales o traseros. 

Queda pendiente el tema de los soportes/pedestales, en los que ya estoy trabajando, y que han de ser capaces de soportar el peso de los altavoces, pero también tener algo de diseño....








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